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by Virtualpos

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Introducción

En julio de 2025, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) anunció, a través de la Norma de Carácter General N.º 538, la eliminación definitiva de las tarjetas de coordenadas como método de autenticación bancaria. Este cambio respondía a la necesidad de mejorar la seguridad en las transacciones digitales y alinearse con estándares internacionales.

Sin embargo, apenas unos días después de su entrada en vigencia, la CMF anunció un aplazamiento de un año, dejando claro que el problema no era la seguridad, sino la brecha digital de miles de chilenos.

El adiós anunciado: NCG 538 y la autenticación reforzada

La NCG 538 establecía que a partir del 1 de agosto de 2025 quedaban prohibidas las tarjetas de coordenadas. En su lugar, se implementaría la Autenticación Reforzada de Clientes (ARC), basada en el uso de al menos dos factores:

  • Algo que se sabe: una clave o PIN.
  • Algo que se posee: un token físico o aplicación móvil.
  • Algo que se es: reconocimiento biométrico (huella, rostro, voz).

Este modelo buscaba reducir fraudes y ataques de phishing, reemplazando un método considerado vulnerable y fácilmente replicable.

El pie atrás de la CMF

El 7 de agosto de 2025, la CMF comunicó la postergación de la norma hasta el 1 de agosto de 2026. La decisión se fundamentó en la necesidad de dar un periodo de transición más inclusivo, considerando especialmente a las personas mayores que no cuentan con la alfabetización digital necesaria para adoptar rápidamente estos sistemas.

👉 En palabras simples: las tarjetas de coordenadas aún funcionan, pero tienen fecha de caducidad definitiva.

La brecha digital como obstáculo

Uno de los grandes problemas revelados por la medida fue la desigualdad en el acceso y uso de la tecnología:

  • Solo un 58 % de personas entre 60 y 69 años usan Internet con frecuencia.
  • Entre los mayores de 80 años, la cifra baja a apenas un 13 %.
  • Menos del 5 % de los adultos mayores de 80 años utiliza aplicaciones móviles para trámites financieros.

Esto significa que la modernización, sin medidas de acompañamiento, puede terminar dejando atrás a una parte importante de la población.

Una oportunidad para avanzar con inclusión

El retraso en la implementación abre la puerta a que bancos, fintech y el propio Estado impulsen estrategias de educación digital:

  • Capacitación en uso de apps bancarias y tokens digitales.
  • Programas de acompañamiento como Nunca es tarde o Mi Barrio Financiero, enfocados en adultos mayores.
  • Mejora en la comunicación bancaria, para que los clientes entiendan los cambios y no sientan desconfianza.

¿Cómo será el futuro de la autenticación financiera?

Aspecto Detalle
Fecha clave 1 de agosto de 2026: eliminación definitiva de las tarjetas de coordenadas.
Métodos alternativos Apps con códigos dinámicos (OTP), biometría, dispositivos enrolados digitalmente.
Rol de la banca Garantizar continuidad del servicio e informar de manera clara y oportuna.
Desafíos Reducir la brecha digital, capacitar a usuarios y evitar exclusión financiera.

Conclusión

La CMF no dio un paso atrás en seguridad, sino que dio más tiempo para avanzar con consciencia. El verdadero desafío no es tecnológico, sino social: lograr que la modernización financiera sea segura e inclusiva.

El 2026 marcará un antes y un después en la forma en que los chilenos autentican sus transacciones, y dependerá de la preparación en este periodo de transición que nadie quede fuera del sistema financiero.

 

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